¿Quién fue y qué hizo la Madre Nazaria Ignacia?

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NAZARIA IGNACIA DE SANTA TERESA DE JESÚS MARCH

 

Nació el l0 de enero de 1889 en Madrid - España. Fue la cuarta hija (melliza) de 11 hermanos. A la edad de 9 años hizo la Primera Comunión. y fue entonces cuando sintió la llamada primera del Señor. Pasando los años, esta llamada se hacia más fuerte. Pero al mismo tiempo sentía una lucha in­terna. Quería ser libre, vivir y gozar de su ju­ventud. Pero fue generosa y le dijo: Si!

 

La familia paso senas dificultades económicas. y Nazaria lgnacia solidaria con los suyos, buscó modos de ayuda aun a cos­ta de su propia humillación. Tuvieron que trasladarse a México. En el mismo barco en que viajaban, iba también un grupo de Her­manitas de los Ancianos Desamparados, coincidencia que después la determiné a in­gresar con ellas.

 

Regresa a España ven 1912 es desti­nada junto con 9 compañeras para una fun­dación en Oruro-Bolivia, Durante más de 12 años. Formó parte de la comunidad de Her­manitas, dedicada con todo ahínco a las obras de caridad propias de su Instituto, al cuidado inmediato de los ancianos, viendo siempre en ellos los miembros doloridos del Cuerpo de Cristo.

 

Salió también a recorrer otras ciu­dades, pueblos y minas, pidiendo limosna para sus ancianitos. En estos recorridos, de manera especial, fue sintiendo que la mies es mucha y pocos los operarios: que el clamor de los pobres subía al cielo y espera­ba una respuesta comprometida.. Durante algunos años más, luchó contra sus ansias de dar la vida por la predicación del Evangelio.

 

FUTURA FUNDADORA

 

En 1920. acompañando a una religio­sa del Buen Pastor, que buscaban casa para fundar en Oruro, llegó al Beaterio de as Na­zarenas (antigua propiedad de los jesuitas ex-patriados, 1776). sintió gran repugnancia interior y deseos de salir pronto por su as­pecto de miserable abandono. Alli en e1 tem­plo sintió que Jesús Nazareno le decia: “Na­zaria, tú seras fundadora y esta casa, tu primer convento”.

 

Después de 5 años de luchas inte­riores y discernimiento espiritual buscando cumplir el Plan de Dios sobre ella, el 16 de Junio de 1925, Nazaria lgnacia entra al Beaterio para iniciar la fundación de una congregación religiosa, con un capital de 40 centavos entregados por la ex-abadesa.

 

NAZARARIA Y EL REINADO SOCIAL DE CRISTO

 

Los signos de su tiempo: las cir­cunstancias históricas y ambientales del nacimiento, en Bolivia. de nuevas Iglesias lo­cales; la escasez de sacerdotes y vocaciones religiosas nativas; la presencia de sectas enfrentadas, en ese momento histérico. con la Iglesia Católica: y la dura realidad económica. política y social del país; la mo­tivaron a dar una respuesta audaz.

 

Desde 1920. en los Ejercicios Espiri­tuales de San Ignacio de Loyola, recibió la llamada del Anncio del Reino, experi­mentó inmensos deseos de agrupar a otras personas bajo el estandarte de la cruz. concibiendo la Congregación religiosa como “Una Cruzada de Amor en torno a la Iglesia”.

 

La Jerarquía: Mons. Antezana, primer Obispo de Oruro: Mons. Siefíert. Obispo de La Paz: y Mons. Cortesi, Visitador Apostólico del Papa en Bolivia: vieron en todo ello, la acción del Espíritu y alentándola, apoya­ron este nuevo brote de vida en la Iglesia.

 

LA CRUZADA PONTIFICIA

 

Diez jóvenes bolivianas de distintos lugares fueron sus primeras compañeras. Con ellas se hicieron las primeras obras misionales en las minas: Uncia; en el cam­po: Toledo, Condo. Challapata y Poopó.

 

El 12 de febrero de 1927, se declara canónicamente erigida la Congregación de las “Hermanas Misioneras de la Cruza­da Pontificia" que, en palabras de Mons. Antezana. es “hija primeriza, tierna, legítima de la Iglesia Boliviana”.

 

Según las Constituciones escritas por la Madre Nazaria lgnacia. “El Instituto de las Misioneras de la Cruzada Pontificia, tiende a realizar la acción social de 1a mujer, con la mayor perfección posible; y tiene por fin especial la difusión del cate­cismo entre niños y adultos: y quiere como distintivo característico suyo, ser reconoci­do por su particular unión con el Santo Padre

 

La Madre dirá también que, “en amar y cooperar con la Iglesia en su obra de predi­car el Evangelio a toda criatura, está nues­tra vida, el ser lo que somos. Antes que in­tereses, no digo particulares, sino aún de la misma Congregación, están los de Ella.

 

“Este es nuestro espiritu: guerrero, fiel, nada de cobardías, todo amores, amor sobre todo a Cristo y en Cristo a todos. Re­partirse entre los pobres, animar a los tristes, dar la mano a los caídos; enseñar a las hijas del pueblo, partir su pan con él... En fin, dar toda su vida, ser entero por Cris­to, la Iglesia, las almas. CF. Lc. 4. 18-19.

 

LA OBRA TOTAL

 

Y es así como, en fidelidad a su Igle­sia, a su pueblo y a su tiempo, las “Pontificias”, con el carisma, impulso y vida de la M. Nazaria Ignacia, atendían en Oruro a niñas abandonadas, visitaban a los presos, cate­quizaban en las parroquias y en los cuar­teles. preparaban las visitas pastorales en las minas y en los campos.

 

Buscaban la promoción integral de la mujer, a través de a profesionalización y la defensa de sus derechos, con la fundación del primer “Sindicato de Obreras”. A través de publicaciones ayudaban a que ocue su lugar en la sociedad y en la iglesia.

 

Habiéndose extendido a otros departamentos: Cochabamba. La Paz, Potosí y San­ta Cruz, realizaban y ampliaban su labor, respondiendo a circunstancias concretas. En tiempos de guerra dejaron sus conventos para atender los “Hospitales de Sangre y, después, a los huérfanos de guerra, a quienes consideraron miembros de su pro­pia familia.

 

Para ayudar a los desempleados quitándose de su propio pan y mendigando para ellos. organizaron “comedores populares” donde, además del alimento, se bus­caba junto con ellos —sin miedo al riesgo— solución a sus problemas.

 

Su camino cotidiano, seguimiento de Cristo fue el servicio amoroso a los mas pobres y necesitados. Se buscaba sólo el bien del pueblo y el servicio incondicional a la Iglesia, sobre todo en los sitios difíciles y conflictivos siempre unidas a sus Pastores.

 

En los      jóvenes y en las familias, su preocupación fue fortalecer su compromiso bautismal a través del amor a la Iglesia y el servicio a su misión evangelizadora.

 

LA GRAN CRUZADA DE AMOR EN TORNO A LA IGLESIA

 

Las Misioneras de la Cruzada Pontificia, hoy Misioneras Cruzadas de la Iglesia están en América, Europa y Africa, sirven a su pueblo y a su Iglesia. Hoy como ayer el Carisma Madre Nazaria lgnacia, esta presente y responde a los desafíos del mundo y de la Iglesia. La Congregación Religiosa, actualmente está extendida en 15 paises. En Bolivia están presentes en los 9 departamentos intentando prolongar la obra Iniciada por la madre fundadora.

 

La Conferencia Episcopal Boliviana, las Hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia y el Pueblo de Bolivia, pidieron a SS. Juan Pablo II, que la Madre Nazaria Ignacia, sea reconocida en su santidad y mostrada al pueblo de Dios como ejemplo posible de imitación e inspiración, para los jóvenes, familias y evangelizadores en su amor incolndicional a la Iglesia, en su respuesta pronta y eficaz a los desafíos de su tiempo y de su historia, integrando la fe y la vida: en su entrega amorosa a los más pobres y ne­cesitados; en su lucha por la promoción in­tegral de la mujer. En su amor apostólico que le lleva a anunciar la Buena Noticia del Reino -hasta dar la vida por él- a todos los pueblos y lugares y entre toda clase de personas, sin esperar recompensa alguna; en su preocupación por hacer nacer, crecer, y fortalecer las Iglesias locales.

 

LA PROFETA DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

 

El Sr. Nuncio de S.S. Giovanni To­nucci, lo expresaba así, el día 5 de marzo de 1992, al anunciar oficialmente al pueblo de Bolivia que: “El Santo Padre, procederá a proclamar Beata a la Madre Nazaria Ignacia, el 27 de septiembre de este año 1992. Esto significa que con el primer juicio la Iglesia presenta a la veneración pública y a la imitación de los fieles a una cristiana que ha sido en su vida, discípula ejemplar de Cristo y que ha sabido interpretar con coherencia el compromiso evangélico de la Misión y servicio a los pobres”, y añadió: “No dudo de que este primer fruto de santidad en tierras bolivianas abrirá el camino a tantas otras almas para seguir el ejemplo de la Madre Nazaria, VERDADERA PROFETA DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN”.

 

Este fin del milenio, es para la Iglesia de boliviana motivo también de júbilo porque la Obra Total iniciada por la Beata Nazaria Ignacia en la tierra de los Urus (de donde nace la luz) cumple 75 años. Ella dejaba su comunidad de los Ancianitos Desamparados el 16 de junio, para iniciar en un destartalado edificio conocido como el “Beaterio de las Nazarenas”, su Colosal Obra.

 

Este pueblo que camina hacia un nuevo milenio, espera que Nazaria Ignacia sea Canonizada como la Santa que amó sin medida a su Iglesia y trabajó aún a costa de su propia vida por extender el Reinado Social de Cristo.